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Una peluquería en Gales (Reino Unido) instaura la modalidad de "silla silenciosa" para desconectar del mundanal ruido

diciembre 3, 2015

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En Gales (Reino Unido) un salón de peluquería llamado Bauhaus Cardiff donde han tenido la brillante idea de instaurar lo que han llamado algo parecido a la «silla silenciosa» . No, no es que hayan reservado una silla específica donde los clientes que prefieren relajarse y estar en silencio puedan sentarse, sino más bien una opción a la que pueden acceder para desconectar, leer un libro o escuchar música sin tener que dar conversación a estilista.

Lo normal cuando uno va a la peluquería para que le corten el pelo, se lo tiñan o le peinen es entablar una breve conversación con el estilista para explicarle lo que queremos que nos haga. Cuando se tiene la suerte de coincidir con un estilista agradable al que le guste hablar, el resultado de su trabajo siempre es mejor, y resulta menos doloroso el momento de tener que abonar la factura.

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Aunque existen estilistas que aseguran saber más sobre la vida y la forma de ser de algunos de sus clientes que sus propias familias, para muchas personas la peluquería se ha convertido en un lugar fantástico donde poder desconectarse del mundanal ruido , ponerse al día con todas las revistas del corazón, y enterarse de los últimos chismes del barrio. Otros, en cambio, prefieren la filosofía de los spa , donde uno no suele mantener conversación alguna con el masajista o terapeuta.

Miller, ya que así se llama el dueño del salón, asegura que esta pequeña conversación explicativa el principio entre cliente y estilista es absolutamente necesaria. Es lo que José Miguel Gallardo, el fundador y alma de TEAC – una sala de autor con Lab propio de Sevilla -, dice «la escucha activa».

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Hay clientes que comentan que este es su momento «lila pausa» , y que resulta muy agradable poder hacer un alto en su rutina diaria, insinuando que les gustaría disfrutar de un poco de paz, por la que aprovechan para cerrar los ojos y relajarse. En estos oasis de paz, el tiempo es valioso , por eso apuestan por ayudar a su clientela a disfrutarlo , en un entorno tranquilo y pausado.

La mayoría de los estilistas no se sienten ofendidos cuando los clientes emiten señales tácitas e inequívocas como consultar sus mensajes al móvil o su cuenta de Instagram bajando la cabeza para que se produzca un contacto visual, y comprenden perfectamente lo que la gente quiera estar en silencio. Cada vez quedan más lejos aquellos tiempos en que los clientes consideraban a sus peluqueros como una especie de psicólogos aficionados con quien mantenían conversaciones profundas y trascendentales.

Vosotros qué opináis, ¿es mejor que las peluquerías sean una especie de spa donde poder relajarse y desconectar de la rutina diaria, o un lugar seguro donde poder dar curso a tus preocupaciones, compartiendo y hablando de todo?

Vía | Bauhaus Cardiff
En Cortesdepelocorto | TEAC, un salón de autor con Lab propio

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